La artritis reumatoide es una inflamación crónica de las articulaciones que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo. Este trastorno inmunitario no tiene por qué afectar solo a las articulaciones, también puede tener consecuencias en la piel, en los ojos, en el corazón o en los pulmones.

La artritis daña el revestimiento de las articulaciones, provocando una fuerte hinchazón que puede dar lugar a una erosión ósea y deformación de las articulaciones. Todo ello, podría tener consecuencias negativas en otras partes del cuerpo

Continúa leyendo nuestro blog para saber más información sobre este tipo de trastorno y los síntomas y tratamientos existentes para aliviar la artritis.

Síntomas

Los síntomas generales que puede presentar la artritis reumatoide son:

  • Hinchazón en inflamación de las articulaciones, provocando sensibilidad y ardor en la zona.
  • Articulaciones rígidas durante el tiempo de reposo o descanso.
  • Malestar, fiebre, cansancio.
  • Pérdida del apetito.

Cabe destacar que, en primer lugar, esta enfermedad afecta a las pequeñas articulaciones de los dedos de las manos y de los dedos de los pies. Según va avanzando, se van incrementando los síntomas y se extienden al resto de articulaciones (muñecas, tobillos, codos, rodillas…), sin olvidarnos del resto de zonas que también pueden verse afectadas como la piel, los riñones, el corazón, los ojos…

La intensidad del dolor puede variar según la mayor o menor actividad que se realice en cada momento. Con el tiempo, esta enfermedad podría terminar deformando las articulaciones.

Causas

No se sabe con certeza cuáles son las causas que favorecen esta enfermedad, aunque puede tratarse de un componente genético. Puede que nuestros genes reaccionen en mayor medida a factores externos como virus o bacterias, lo que con el tiempo podría dar lugar a sufrir de artritis reumatoide.

Algunos de los aspectos a tener en cuenta sobre este tipo de trastorno son:

  • Sexo: es más común sufrir artritis entre mujeres que hombres.
  • Edad: la artritis puede darse en personas de cualquier edad, pero predomina a partir de la mediana edad.
  • Antecedentes familiares: el riesgo de sufrir artritis se es mayor al tener familiares que sufren esta patología.
  • Fumar: si se fuma se incrementa el riesgo de tener esta enfermedad a la vez que se incrementa la gravedad de la misma.
  • Obesidad: si se sufre de sobrepeso existe mayor probabilidad de padecer artritis.

El diagnóstico de esta enfermedad suele ser complicado debido a la similitud de síntomas con otras patologías. Se puede hacer un examen de las articulaciones, evaluando también los reflejos de las misma. También pueden realizarse pruebas de diagnóstico por imagen, siempre que sea preciso.

Recuerda que, en Origen estamos especializados en diagnóstico y traumatología, dos áreas principales que se encargan de estudiar este tipo de patología. Puedes contactar con nosotros para mayor información o pedir cita con nuestros profesionales si sufres algún síntoma de los mencionados en el blog.