¿Padeces fuertes dolores de rodilla? ¿Realizas algún deporte en el que esta articulación corre alto riesgo de lesión? ¿Sabes en qué consiste una artroscopia de rodilla? En el post de hoy te hablamos sobre esta técnica y por qué se utiliza, continúa leyendo para no perderte ningún detalle.

La artroscopia de rodilla se emplea como tratamiento en diferentes lesiones que afectan a esta articulación. Es una intervención mínimamente invasiva que consisten realizar dos o tres pequeñas incisiones que permiten el acceso a la articulación. También se puede emplear como método de apoyo a otras técnicas permitiendo mejoras en el diagnóstico y pronóstico de la lesión.

Gracias a esta técnica se pueden abordar muchas patologías, porque permite una mejor visualización de la rodilla y una mayor accesibilidad a todos los puntos de la articulación.

¿Cuándo se emplea la artroscopia de rodilla?

La artroscopia de rodilla se emplea para solventar patologías que afectan a esta articulación, como pueden ser:

  • Lesiones de menisco: en estos casos la artroscopia de rodilla permite una mejor observación del menisco y mayor protección del cartílago.
  • Ruptura de ligamento cruzado anterior: esta lesión produce inestabilidad de la rodilla, por lo que es necesario reconstruir el ligamento con injertos mediante artroscopia.
  • Lesiones de cartílago: se empleará artroscopia para evitar el desgaste de la rodilla, manteniendo el cartílago y la articulación.

De forma previa a la cirugía, el paciente será sometido a un examen físico para evaluar su estado de salud y cualquier dato relevante a considerar para llevar a cabo esta intervención. También pueden llevarse a cabo, siempre que se considere oportuno, la realización de pruebas preoperatorias como podría ser la realización de una analítica de sangre, resonancia magnética o electrocardiograma

El procedimiento de esta intervención comienza con una pequeña incisión que dará acceso a la articulación para que, a continuación, el especialista pueda introducir la artroscopia en la rodilla. A partir de esta, se envían las imágenes al monitor permitiendo observar toda la estructura al detalle mientras se accede, a partir de los otros orificios, a reparar las zonas dañadas. Tras la intervención se traslada al paciente a una sala de rehabilitación y tras esa sesión se le podrá dar el alta.

Cuidados postintervención

Tras someterse a una artroscopia se deben seguir las recomendaciones del especialista. Esta recuperación, será más rápida que en el caso de cirugía abierta convencional.

  • Para la inflamación de la zona los días posteriores de la intervención se recomienda mantener la pierna elevada y aplicar hielo para aliviar el dolor y que se reduzca la inflamación.
  • Curar y limpiar las incisiones a partir de las indicaciones del especialista.
  • Realizar ejercicios de rehabilitación a partir de las indicaciones y el programa adaptado a las necesidades de cada paciente y a su lesión. Esto ayudará a recuperar la movilidad y fortalecer la rodilla.

Recuerda que en Origen estamos especializados en Diagnóstico y Traumatología, este tipo de intervención la realizan los traumatólogos de nuestra Clínica en ambiente hospitalario. En nuestro centro también ofrecemos servicio de rehabilitación para el tratamiento posoperatorio. Ante cualquier dolor o molestia articular puedes pedir cita con nuestros profesionales quienes se encargarán de evaluar y realizar un diagnóstico de tu caso de forma personalizada.