Los defectos de nacimiento, también conocidos como anomalías congénitas, son anomalías físicas o funcionales que ocurren durante el desarrollo fetal y están presentes al momento del nacimiento. Estos defectos pueden afectar cualquier parte del cuerpo.

Continúa leyendo el post del blog donde discutiremos las causas y los síntomas de los defectos de nacimiento en la niñez.

Causas de los defectos de nacimiento en la niñez

Las causas de los defectos congénitos en la infancia a menudo se desconocen, pero existen varios factores de riesgo conocidos que pueden aumentar la probabilidad de que un niño nazca con un defecto congénito. Estos factores de riesgo incluyen:

  • Genética: algunos defectos de nacimiento son causados ​​por mutaciones genéticas o anomalías cromosómicas que se transmiten de padres a hijos.
  • Factores ambientales: la exposición a ciertos factores ambientales durante el embarazo, como toxinas, medicamentos y radiación, puede aumentar el riesgo de anomalías congénitas.
  • Salud materna: Ciertas condiciones de salud en la madre, como diabetes, obesidad e infecciones, pueden aumentar el riesgo de anomalías congénitas.
  • Factores del estilo de vida: la mala nutrición, el tabaquismo y el consumo de alcohol o drogas durante el embarazo también pueden aumentar el riesgo de anomalías congénitas.

Síntomas de defectos en la infancia

Los síntomas de los defectos de nacimiento en la infancia varían según el tipo y la gravedad del defecto. Algunos defectos congénitos pueden ser evidentes al nacer, mientras que otros pueden no diagnosticarse hasta más tarde en la niñez o incluso en la edad adulta. Algunos síntomas comunes de defectos de nacimiento en la niñez incluyen:

  • Anomalías en la apariencia física, como labio hendido o paladar hendido, pie zambo o rasgos faciales anormales.
  • Retrasos en el desarrollo, como habilidades motoras retrasadas o desarrollo del lenguaje.
  • Discapacidades intelectuales o dificultades de aprendizaje.
  • Problemas cardíacos o pulmonares, como defectos cardíacos congénitos o problemas respiratorios.
  • Problemas de visión o audición, como sordera o ceguera.
  • Problemas gastrointestinales, como bloqueos intestinales o malformaciones.

Los defectos de nacimiento en la niñez pueden tener un impacto significativo en el desarrollo físico, emocional e intelectual de un niño, así como en el bienestar de su familia. Si bien, muchos defectos congénitos no tienen causa ni cura conocida, la detección y el tratamiento tempranos pueden ser cruciales para controlar y tratar estas afecciones. Los padres y cuidadores de niños con defectos de nacimiento deben trabajar en estrecha colaboración con los médicos de los niños para desarrollar un plan de atención integral que satisfaga las necesidades únicas del niño.

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