La mamografía es una prueba diagnóstica muy común dentro del área de la radiología. Sin embargo, existen varios mitos relacionados con la mamografía que nada tienen que ver con la realidad. En el post de hoy te contamos qué pensamientos comunes sobre la mamografía son inciertos o erróneos.
La mamografía consiste en un examen radiológico en el que se comprueba el estado de las mamas, así como la confirmación de la presencia de tumores u otras patologías. Esta prueba es especialmente frecuente en mujeres de más de 40 años de edad. No obstante, también se realiza en casos de pacientes con precedentes familiares o en casos sospechosos.
Gran parte de las pacientes que deben realizarse una mamografía por primera vez, generan miedo o rechazo, debido a algunos mitos comunes que no son exactamente correctos. Estos son algunos de esos mitos:
Las mamografías son irrelevantes
El diagnóstico precoz de cáncer y otras muchas patologías clínicas resulta fundamental a la hora de lograr resultados efectivos. Sin embargo, este factor suele estar infravalorado. Durante los últimos años ha aparecido un pensamiento recurrente entre la población sobre el papel de las mamografías. Existe un porcentaje de personas que piensan que la mamografía resulta irrelevante en casos de patología de mama. Pero los estudios realizados demuestran todo lo contrario. Se ha incrementado la cifra de pacientes supervivientes a cáncer de mama gracias a tratamientos exitosos que se desarrollan, la mayor parte de las veces, gracias a un diagnóstico temprano. La mamografía supone un factor imorescindible en el diagnóstico y tratamiento de patologías mamarias, permitiendo confirmar o descartar patologías de forma precoz.
Es una prueba muy dolorosa
Es indiscutible el hecho de que el umbral del dolor varía enormemente entre los pacientes y cada uno de ellos lo expresa de manera diferente. La mamografía es objetivamente incómoda, pero el nivel de dolor dependerá de cada persona que se la realice y de la sensibilidad de las mamas. Hay pacientes que apenas notan la presión y otras pacientes a las que le resulta extremadamente doloroso. En cualquier caso, los profesionales , en este caso técnicos de diagnóstico, tratan de generar un ambiente cálido y relajado que facilite la realización de la prueba y mejore la experiencia del paciente. Si ya te has realizado otras mamografías anteriormente y te han resultado dolorosas, avisa al técnico radiólogo antes de comenzar con la prueba para que lo tenga en cuenta y sea especialmente cuidadoso. Si es la primera vez que te sometes a esta prueba y durante el proceso sientes un dolor difícil de soportar, comunícaselo a los profesionales. Cederte el espacio y el tiempo que necesites influirá a la hora de conseguir resultados más precisos.
Pueden dar lugar a error
Otro pensamiento común relacionado con las mamografías es que se trata de pruebas con alto margen de error. Este mito tampoco es cierto. La mamografía tiene un 95% de especificidad. Para ello, es importante contar con un equipo tecnológico avanzado y un equipo de profesionales formados con experiencia. Además, si se da un caso en el que el resultado de la mamografía dé lugar a dudas, siempre puede complementarse con otro tipo de pruebas como la ecografía, con el fin de completar el diagnóstico.
Son dañinas para la salud
Este pensamiento no solo está relacionado con las mamografías, sino que suele ser común a muchas otras pruebas diagnósticas debido a un factor común: la radiación. Sin embargo, el nivel de radiación de la mamografía ha ido disminuyendo con el paso de los años y es actualmente muy bajo, por lo que no supone un riesgo para el paciente. Además, se ha mejorado la calidad de la imagen y, con ello, la precisión de resultados, evitando así la necesidad de realizar varias pruebas radiológicas.
Estos son los mitos más conocidos sobre la mamografía. Recuerda que puedes pedir cita con nuestros profesionales si tienes más dudas acerca de esta prueba diagnóstica.