La traumatología de rodilla estudia lesiones que afectan a la articulación, que conecta el fémur con la tibia y permite el movimiento de la pierna.

Este tipo de lesiones de rodilla puede variar según su gravedad y puede tener un impacto significativo en la capacidad de una persona para moverse y realizar actividades diarias. Entre las lesiones más comunes de traumatología de rodilla encontramos el desgarro o rotura de menisco.

Tipos de lesiones en traumatología de rodilla

Este tipo de lesiones de traumatología de rodilla puede pueden deberse a diferentes causas como caídas, lesiones deportivas o accidentes automovilísticos. Tipos de traumatismos de rodilla:

  • Leve, también conocido como esguince: implica estiramiento o desgarro de los ligamentos que rodean la articulación. Estos brindan estabilidad a la rodilla y evitan el movimiento excesivo. Entre los síntomas se encuentran dolor, hinchazón y rigidez. El tratamiento generalmente requiere reposo, hielo, compresión, elevación y/o analgésicos, fisioterapia y puede incluir refuerzos o cintas para ayudar a estabilizar la rodilla.
  • Moderado – grave, también conocido como fractura: puede implicar rotura de uno o más huesos que forman la articulación. Los síntomas son dolor intenso, hinchazón y dificultad para soportar peso. El tratamiento generalmente implica la inmovilización con un yeso o un aparato ortopédico y, en ocasiones, puede requerir cirugía para realinear y estabilizar el hueso roto.

Rotura de menisco

Otro trauma común de rodilla es una lesión en el menisco. El menisco es un cartílago que se encuentra entre el hueso del muslo y la espinilla, ayuda a amortiguar la articulación de la rodilla. Los síntomas serían dolor, hinchazón y dificultad para mover la rodilla. El tratamiento para una lesión de menisco puede incluir fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios y, en algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para reparar o extirpar el cartílago dañado.

Un desgarro de menisco es una lesión común en la rodilla que ocurre cuando se daña el menisco, una pieza de cartílago en forma de media luna que actúa como un amortiguador entre el fémur y la espinilla. Este desgarro puede ser resultado de un movimiento repentino de torsión o giro, o por la degeneración debida al envejecimiento.

Los síntomas de un desgarro de menisco incluyen:

  • Dolor de rodilla
  • Hinchazón de la zona
  • Rigidez en la rodilla
  • Dificultad para enderezar o doblar la articulación

El diagnóstico de un desgarro de menisco generalmente se realiza a través de un examen físico, así como pruebas de imagen como una resonancia magnética.

Entre las opciones de tratamiento incluyen:

  • Descanso
  • Fisioterapia
  • Medicamentos antiinflamatorios (bajo prescripción médica)
  • Cirugía para reparar o extirpar el menisco dañado.

La rehabilitación después de una rotura de menisco es importante para recuperar la fuerza y ​​el rango de movimiento de la rodilla. Los ejercicios de fisioterapia, como estiramientos y ejercicios de fortalecimiento, pueden ayudar a mejorar la estabilidad de la rodilla y prevenir una nueva lesión.

Recuerda que en caso de tener una mínima sospecha de cualquier tipo de lesión es importante buscar atención médica para un correcto diagnóstico y tratamiento recomendado que ayude a asegurar una recuperación completa. En Origen estamos especializados en Diagnóstico y Traumatología, dos de las áreas encargadas de estudiar este tipo de lesiones, no dudes en ponerte n contacto con nosotros y pedir cita con nuestros profesionales quienes resolverán todas tus dudas.